El otro día, decidimos ir a un restaurante ambientado en los años 60, que está por San Mames y bueno, ejem, fue un poco embarazoso. Quisimos llevarnos el mantel para colgarlo en la habitación, por qué yo por lo menos soy una obsesa de acumular cosas en casa y tenerlo todo a mi vista para poder recordar como lo conseguí o de dónde me lo traje, el caso es que la chica de el restaurante nos gritó delante de todo el mundo si queríamos un mantel limpio y todo el mundo se enteró de que nos íbamos a llevar el mantel. Después, fuimos a pagar y había un bote con chicles así que en vez de coger uno o dos como personas normales metimos toda la manaza para coger todos los que pudiésemos y como la chica nos llamó la atención, todo el restaurante se enteró de nuestro intento fallido. Conclusión, no somos normales. Aquí os dejo lo que nos dedicamos a hacer mientras nos servían y tal.
@AmaiaRules
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